OPINIÓN

Zona de desastre

Paloma Ramírez EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Al día siguiente de la tormenta el Sol vuelve a brillar en todo lo alto, el cielo es de un azul todavía más espléndido que el acostumbrado y las noticias en el periódico, con los pormenores del meteoro, parecen inverosímiles, hechos inusuales y ajenos a nosotros. Lo mismo sucede con los árboles caídos, los coches aplastados o volcados y las calles con el asfalto levantado que encontramos en el camino. Nos cuesta trabajo entender cómo sucedió aquello.