Todos los gobiernos culpan a sus predecesores de los males que encuentran o con los que no pueden lidiar. En esto no hay novedad alguna: el problema no es mío, sino de mi predecesor. En lo que AMLO es excepcional es en culpar no a un gobierno, sino a toda una generación -tres décadas de gobernantes y funcionarios- de todo lo que no le gusta. Su problema hoy es que, luego de una prolongada campaña por derruir lo existente, ahora él es quien está a cargo y, por más que culpe a otros, suya es la responsabilidad.
Presidente de México Evalúa-CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están Un mundo de oportunidades y El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.