OPINIÓN

¿Ya chole?

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

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"Tu imagen, el Palacio Nacional". Eso le escribió a la Suave Patria, hace 100 años, Ramón López Velarde. La imagen de ese recinto es hoy por hoy la de un castillo amurallado cuyo señor feudal se recluye y fortifica, temeroso de una acometida popular. Muy bien se cumple en AMLO un viejo dicho: el que siembra vientos cosecha tempestades. El mandatario se negó siempre a escuchar las voces de las organizaciones feministas. A los justos reclamos de las mujeres, que con sobra de razón protestan por la ola de violencia que tantas víctimas ha cobrado entre ellas, el Presidente respondió con un "Ya chole" de indiferencia y desdén. El apoyo que ha dado a su cuate Salgado Macedonio, quien sigue buscando la gubernatura de Guerrero a pesar de las denuncias que pesan sobre él por acoso sexual y violación, es una muestra más de la evidente insensibilidad de López Obrador ante las demandas de los grupos femeniles. El tabasqueño no podrá dejar de oír hoy esas protestas, por más que se encierre y amuralle. Jamás se había visto el Palacio Nacional cercado de ese modo. Es una vergüenza verlo así. Yo pienso que de las mujeres vendrá la salvación de este país. Hombres corruptos de ayer llevaron a la nación al estado en que se encuentra hoy, bajo el dominio de un solo hombre autárquico y absolutista. En la mujer está principalmente la esperanza de México. El tiempo nos lo irá mostrando... La generación a la cual pertenezco nació, creció y se formó en una sociedad patriarcal, por no decir machista. En ella la mujer estaba sometida al hombre, fuera su padre, su hermano o su marido, y aun su hijo. Se le consideraba una especie de menor de edad o incapacitada que debía estar sujeta a la tutela perpetua del varón. Mis amigos se burlaron de mí cuando les dije que desde el primer día de casado le entregué a mi esposa todo mi sueldo para que ella lo administrara. En ese sentido, creo, fui feminista antes de que se hablara de feminismo. Fecha propicia es hoy, Día Internacional de la Mujer, para evocar el cuentecillo de la señora que le dijo a su marido: "El pasto del jardín ya está crecido. ¿Cuándo lo vas a podar?". Respondió, burlón, el tipo: "Achis achis achis. Pos ni que fuera jardinero". Un par de días después la esposa le indicó: "El grifo de la cocina está goteando. Deberías darle una ajustada". Otra vez el sujeto se burló: "Achis achis achis. Pos ni que fuera plomero". Una semana después le dijo la señora: "La puerta de la recámara no cierra bien. ¿Podrías arreglarla?". Y el individuo, con igual tono burlesco: "Achis achis achis. Pos ni que fuera carpintero". Al siguiente día el hombre llegó a la casa y con sorpresa vio que el pasto del jardín había sido podado, el grifo de la cocina no goteaba ya, la puerta de la alcoba estaba ya arreglada. Le preguntó a su esposa: "¿Quién hizo todo eso?". Respondió ella: "El vecino de al lado, ese muchacho tan simpático, tan guapo. Pasó por aquí y le conté los problemitas que tenía. Él se ofreció a arreglarlos, y los arregló". Inquirió el marido: "Y ¿cuánto te cobró?". Contestó la señora: "No me cobró nada". "¿Cómo que no te cobró nada?" -se amoscó el hombre. "Así es -confirmó la esposa-. Le pregunté cuánto le debía, y me dijo que dinero no quería". "¿Cómo que no quería dinero? -se encrespó el sujeto-. ¿Entonces qué quería?". Repuso la señora: "Me dijo que quería sexo". "¡Cómo es posible!" -prorrumpió el hombre. "Eso me dijo -repitió la esposa-. Que quería sexo. O si no, que le hiciera un pastel". "Ah, vaya -se tranquilizó el marido-. Y ¿cuándo le vas a hacer el pastel?". Dijo entonces, burlona, la señora: "Achis achis achis. Pos ni que fuera pastelera"... FIN.