Siempre he sido buena para los finales, puedo arrancarme a mí misma sin vacilar de proyectos, empleos y relaciones cuando esa voz interior ineludible me dice que algo debe terminar. No es que no me duela, me entrego a la tristeza, a la herida de la pérdida, me quedo en el vacío de lo que no se comprende sintiéndome miserable. Pero no vuelvo, no cedo, no retomo. Y luego tardo dos eternidades en volver a empezar, lo cual me convierte en una outsider de la ultramodernidad porque ni Bumble, ni Tinder ni te voy a presentar a un amigo. No es queja, de todos modos ni me gusta la música que tocan en ese antro.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.