¿Y ahora qué...?

A casi un año del inicio formal de la administración en curso, nos encontramos con hechos y verdades que no nos permiten ser optimistas. Tenemos el desmantelamiento institucional, la polarización de la sociedad, y peor aún: se nos está imponiendo la agenda chavista que sustenta y anima a la izquierda, dentro del Foro de São Paulo. El discurso de que todo seguirá igual consecuencia del respetuoso reclamo de que programas y políticas públicas persiguen solo objetivos clientelares también da soporte a esto. Hagamos conciencia con puntos de vista realistas, objetivos y puntuales, y tratar de hacerlos valer entre compatriotas -que no adversarios- que no piensan igual. Nuestro querido México no merece esto, simplemente no debemos consentirlo.