Todavía no hay un cuerpo de encuestas serias, confiables, que permita dimensionar con frialdad empírica el efecto de la incursión de Xóchitl Gálvez como aspirante presidencial sobre las preferencias del electorado. Sabemos, por lo pronto, que ha producido genuino entusiasmo en el campo opositor; que ha dominado orgánicamente la cobertura mediática y la conversación en redes sociales; y que ha alterado de manera muy visible la dinámica del proceso sucesorio, obligando a multitud de actores políticos a reaccionar frente a su potencial, a contemplar nuevos escenarios y a replantear, en consecuencia, sus cálculos y estrategias. Todo eso en apenas cuestión de tres semanas. Es mucho impacto para desdeñarlo como si fuera un episodio menor o coyuntural; pero es poco tiempo como para adjudicarle un cambio profundo y duradero en la intención de voto. Sobran las señales, faltan los números.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Es internacionalista por El Colegio de México e historiador por la Universidad de Chicago. Actualmente se desempeña como analista político y consultor independiente.