Whalen y Barragán, diálogo creativo en Casa Gilardi

La exposición "Time On My hands (Tiempo en mis manos)", fue diseñada por el artista australiano Mark Whalen para la Casa Gilardi del arquitecto mexicano Luis Barragán. Crédito: José L. Ramírez

Las esculturas y pinturas de Whalen fueron realizadas exprofeso para dialogar con los cuartos, patios y terrazas de la casa ubicada en la Colonia San Miguel Chapultepec. Crédito: José L. Ramírez

El artista australiano se ha caracterizado por diseñar esculturas que tienen como protagonistas a objetos comunes y corrientes, usados de formas irónicas y cómicas. Crédito: José L. Ramírez

La pieza que da nombre a la exposición, es una escultura que muestra a un personaje que remoja algo parecido a una galleta en una taza de café. Crédito: José L. Ramírez

Algunas piezas son sencillamente divertidas, como este tótem de personajes hecho con tazas y cojines de sillón, del mismo tipo y color de los que se encuentran en la sala de la casa. Crédito: José L. Ramírez

En el recorrido también puede encontrarse la obra "Submerging Thoughts (Pensamientos sumergidos)", que muestra al personaje habitual de las piezas de Whalen siendo bañado por una llave de agua. Crédito: José L. Ramírez

Para Bernardo Saenger, fundador de la galería que representa a Whalen y que organizó la exposición, ésta tiene su virtud en tratar de dialogar con Barragán sin protagonismos innecesarios. Crédito: José L. Ramírez

"Cuando los artistas son humildes, en el sentido de no querer aprovechar la casa al 100 por ciento y poner obra por todos lados, son respetuosos de la casa, éste es el resultado", celebra Saenger. Crédito: José L. Ramírez

"Al ser un lugar que se usa de manera doméstica, quería usar objetos de todos los días con los que estamos familiarizados y que tal vez pasamos por alto", dice Whalen. Crédito: José L. Ramírez

La exposición "Time On My hands (Tiempo en mis manos)" estará vigente hasta el sábado 2 de diciembre y podrá visitarse, previa cita, a través de la página de Casa Gilardi: www.casagilardi.mx. Crédito: José L. Ramírez