La producción de películas, series, telenovelas, documentales y demás contenidos audiovisuales precisan de ventanas para difundirse. Otrora el cine y la televisión abierta eran las únicas posibilidades de darse a conocer, además de que sólo los grandes estudios y las grandes empresas podían afrontar los costos de producción y la incertidumbre de llegar a la pantalla para recuperar la inversión.