OPINIÓN
Cuando estaba en el hospital nada más hablaba en pasado; el futuro estaba prohibido para mí y el presente no existía. A veces sentía que no respiraba. Cuando llegué a mi casa fue como si hubiera llegado a un paraíso. Recobré todas las energías del mundo, el apetito, y muchos deseos de echarle muchas ganas
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
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