No hay nada peor que un consejo no pedido. ¿A quién no le desquicia el deber de tolerar la opinión de lo que otra persona haría con una decisión que no le pertenece a nadie más que a uno mismo? Si estuvieras en mis zapatos, se arranca uno con la réplica ante la irritante facilidad con la que el consejero parece resolver nuestros líos más enredados. Tanto peor si el consejo no se equivoca por completo y contiene un proverbial "buen punto". Es una pena, también, que por un diseño deficiente los oídos no puedan cerrarse salvo en sentido metafórico. Y está, además, lo obvio: nadie pidió el consejo.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Programa de Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).