Falta música y bullicio, pero la bienvenida es más cálida y honesta que nunca
Volver al ritmo
SUGERENCIAS DEL GOURMET / G.L. Othón EN REFORMA
Un restaurante lleno produce los mejores sonidos que puedan escucharse. Tiene ritmo marcado por risas y pláticas efusivas, un zumbido de tono bajo alterna con agudas campanadas de copas y cubiertos. Una buena selección de música baila al mismo son, dirige las emociones hacia la energía que invita a volver.