La artista Dulce María Luna exhibe 'Travesía poética' en el American Bookbinder Museum, de San Francisco.
"Leo la obra, la empiezo a estudiar y empiezo a ver qué vestido requiere esa obra. Así, como cuando uno va a una fiesta y eliges qué traje quieres ponerte", dice Dulce María Luna.
Dulce María Luna ha hecho 'trajes a la medida' para clásicos como 'Así habló Zaratustra', de Nietzsche, encuadernado en piel de cabra. Con títulos en dorado y detalles de hilo de algodón en las tapas.
En 'La montaña mágica', de Thomas Mann, destaca el uso de polvo de mármol y óleo. La imagen, señala la artista, hace alusión a lo que puede, entre tantas otras cosas, hallarse en la montaña.
En 'El tambor de hojalata', de Günter Grass, Luna preservó en las cubiertas los grabados del autor, pero el libro deviene en un instrumento de percusión, con elementos de acero, piel y madera.
En 'El extranjero', de Albert Camus, destacan en las portadas diseños de una tradicional calavera de azúcar y una guillotina. Luna incluyó, entre los materiales, cenizas de su madre, en homenaje.
En 'Cuentos de mamá la Oca', de Charles Perrault, uso la técnica 'hilo de la vida' y obtuvo el Premio de la Villa de Saint Rémy lés Chevreuse, en la novena Bienal Mundial de Encuadernación de Arte.
En 'La metamorfosis', de Franz Kafka, la transformación del hombre en insecto queda expresada en el uso de tres pieles superpuestas y esculpidas, cosido con hilo de algodón y escartivanas en el lomo.
'Opiniones de un payaso', de Heinrich Böll. Trabajo en piel de cabra, con guardas y cantos pintados a mano. Las tapas de cartón con huecos aluden a un templo gótico, indica la artista.
En 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo, Dulce María Luna Utilizó tejido de rebozo en la encuadernación, además de su propia saliva, cabello y muestras de sangre. Es su pieza más conocida.
'Selma', de Jutta Bauer. Libro encuadernado bajo la técnica "felting", de la diseñadora textil Mariel Andrea Tapia Luna. Tela hecha a mano, afieltrada con lana cardada, teñida y cruda, 100% mexicana.