La violencia debe ser el mayor "cáncer" con el que convive nuestra sociedad actual. Lo vemos en la casa, en la calle, en el barrio, en la escuela y en las redes sociales. Vivimos en un mundo donde ser violento es un estado de normalización. ¿Y el deporte? ¿Cómo contribuye el deporte de nuestros días a ese precario ambiente? Y la pregunta más delicada: ¿Deben cambiar o de plano desaparecer algunas actividades deportivas?