Vieja anormalidad

Justo cuando los contagios por Covid-19 alcanzan su punto más alto hasta el momento, el gobierno mexicano anuncia con bombo y platillo el "regreso a la nueva normalidad". La frase resulta problemática desde cualquier perspectiva: difícilmente se puede regresar a algo nuevo y la suma del adjetivo con el sustantivo no es sino otro de los eufemismos con los cuales el poder busca nombrar sus extravagantes medidas para enfrentar la pandemia. El lenguaje jamás es inocente y, si es empleado por la autoridad, aún menos: su carga ideológica insiste en acomodar una realidad amenazante e inestable en una narrativa de contención y éxito que nada sustenta en los hechos.