La universidad de Harvard inició en 1938 el estudio prospectivo más largo de la historia, "Estudio Harvard sobre el desarrollo en adultos", mejor conocido como el Grant Study, con el apoyo de William T. Grant, filántropo norteamericano. El objetivo era identificar qué variables biológicas y psicosociales eran factores predictores para una vejez saludable, feliz y en plenitud. El estudio continúa en el presente, con descendientes del grupo original, sumando a tres generaciones.