La cantante
Britney Spears finalmente resolvió la disputa legal que sostenía con su padre, pero en un giro totalmente inesperado, resulta que Jamie no le debe ni un centavo a su hija, al contrario, es ella quien deberá pagar las facturas legales de su progenitor, las cuales rebasan los 2 millones de dólares, según
TMZ.