Pues sí, llegó esa época de mierda que siempre llega. Esta vez un año antes, cómo no, si la permisividad es lo nuestro, que todo lo aguantamos, que siempre convenimos en que las cosas irán bien mientras la víctima propiciatoria no seamos nosotros o uno de los nuestros. Si el Adán bíblico derramó su sangre al comienzo de los tiempos o algún mexica como bien ilustran los códices que recogen nuestra historia o los veinte cuerpos que hace apenas dos días encontraron las madres buscadoras de Jalisco, ya podemos estar tranquilos, nuestra cuota de violencia social está cubierta. Ya sólo queda cubrir la cuota de firmas para las candidaturas presidenciales.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.