EL LECTOR ESCRIBE / Roberto Domínguez Hernández EN REFORMA
Todo iba muy bien con el informe del Presidente, leyendo una larga lista de logros y datos positivos, reconociendo algunos fallos y desafíos, incluso lanzando piropos a los empresarios. Todo era amor y paz, abrazos y no balazos. Pero al final lo traicionó su vena opositora y no se pudo aguantar las ganas de echarles en cara a sus opositores que están moralmente derrotados. Tal vez sea cierto lo que dice, pero no tenía necesidad de despertar la furia de quienes ya lo detestan. Parece que extraña estar en la oposición donde siempre tenía un rival poderoso. Bien pudo terminar su discurso uniendo a todos los mexicanos.
MÁS DE EL LECTOR ESCRIBE / Roberto Domínguez Hernández