Valiosa expresión
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA
3 MIN 30 SEG
Si yo hubiera vivido en los finales del siglo XIX no habría sido positivista como Auguste Comte lo fue en Francia, Gabino Barreda en México, y en mi ciudad, Saltillo, el doctor Dionisio García Fuentes, cuya tumba en el cementerio de Santiago muestra su busto en mármol y una sola palabra a modo de epitafio: "Positivismo". La misma doctrina profesó don Severiano García, apodado cariñosamente "El Chato", de quien ya he hablado aquí. Maestro de Lógica en el Ateneo Fuente, cuando un alumno le pidió que le explicara la diferencia entre Física y Metafísica, levantó en alto su llavero y sentenció: "Suelto estas llaves. Si se caen, eso es Física. Si no se caen, es Metafísica". Yo no habría podido ser positivista porque soy hombre de fe. Sin merecerlo recibí ese don junto con los de la esperanza y el amor. Sin ellos me habría perdido ya en los laberintos del mundo, que ningún pensamiento lógico puede elucidar. No soy positivista, pero procuro ser siempre positivo. Admiro a los locutores que al probar un micrófono dicen siempre: "Sí... Sí...", y nunca: "No... No...". En ocasiones, sin embargo, mi actitud positiva choca con la realidad. Aplaudo y apoyo las manifestaciones cívicas del próximo domingo en protesta contra la intentona de López Obrador de apoderarse del INE y anular así la vida democrática de México. Repetidas veces he levantado en este espacio mi voz de ciudadano para reprobar la actitud dictatorial de AMLO, su afán desorbitado de poder y sus manejos de corte fascista, totalitario, para arrebatar a los mexicanos la facultad de organizar las elecciones, contar los votos emitidos por los electores y dar a conocer sus resultados, a fin de poner todo eso, como en el pasado, en manos del gobierno y fortalecer así su poder autocrático. Eso sería nulificar una de las más valiosas conquistas de los ciudadanos, y atentaría gravemente contra la democracia, que es, junto con la libertad y la justicia, uno de los fundamentos en que se basa la existencia misma de la nación. Las manifestaciones del próximo domingo expresarán el sentir de los mexicanos conscientes y que aman a México más allá de cualquier ideología o afiliación política. El caudillo de la 4T descalificará esas demostraciones, e injuriará a quienes en ellas participarán. Él no admite ninguna disidencia, y responde con insultos y denuestos a sus críticos. No dudemos que organizará su propia manifestación de auto-apoyo, en la que eventualmente movilizará -acarreará- a su clientela política, conseguida a base de dádivas en dinero. En todo caso, pienso que el monarca de Morena no detendrá su ataque contra el INE, pues no oye otra voz que la suya y no sabe reconocer sus fallas, ni meditar sus decisiones, ni poner freno a sus impulsos, por errados que estén. Así, son verdaderamente valiosas estas manifestaciones en las cuales los ciudadanos harán oír su voz en defensa del INE y de las instituciones, y contra la prepotencia dictatorial de López. Ningún presidente del México moderno ha sido tan desdeñoso de la ley y tan enemigo de las instituciones como AMLO. Su talante es de dictador, a la manera de Castro, de Chávez, de Maduro, de Ortega, de todos aquellos que han llevado a sus pueblos a la ruina que trae consigo la opresión. En la actual coyuntura que vive nuestro país la participación de cada uno de nosotros será un acto de apoyo a una de nuestras instituciones fundamentales, el INE, fruto del esfuerzo y los sacrificios de muchos buenos mexicanos y del cual se quiere apropiar ahora un solo hombre poseído por un insano apetito de poder. Manifestemos nuestro apoyo al INE. Eso será manifestar nuestro amor a México... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
MÁS DE DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón