OPINIÓN

El punto es que nuestra cultura política no es naturalmente compatible con la democracia

¿Unidad?

Luis Rubio EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

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El brebaje es complicado en sí mismo: un electorado insatisfecho, una cultura poco propensa al acuerdo y al respeto de los derechos de terceros y una tradición dedicada a restar más que a sumar. Los últimos años han mostrado lo mejor y lo peor de nuestra primitiva cultura democrática y escasa experiencia en la búsqueda de soluciones. Aunque las encuestas muestran elevada popularidad para los presidentes en turno (todos -menos uno- desde los noventa eran tan populares o más que el actual), el voto desde 1997 ha ido mayoritariamente en contra del partido que detenta un puesto, especialmente gobernadores y presidentes. Un electorado insatisfecho.