El calor quema sobre nuestras cabezas, estamos a 36 grados. La gente se queda dormida en las bancas del jardín principal, yo entro a la iglesia del Cristo negro y me siento junto a la entrada. Coloco las manos sobre las rodillas y miro mis uñas, están negras como el Cristo, es la tierra que se quedó en ellas a pesar de que usé guantes. Me noto un temblor en los brazos por el esfuerzo de levantar la tierra con la pala para músculos que no están acostumbrados a ese trabajo, me noto el corazón desencajado. Vengo de estar con las madres buscadoras de Salamanca y ahora mismo soy incapaz de pensar nada.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.