Una de cal...
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
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Una de cal por las que van de arena... ¿Habrá sido casual que el mismo día que se destapó a la corcholata de Morena para candidata a la Presidencia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenara el pasado 6 de septiembre derogar la penalización del aborto previsto en el Código Penal Federal desde 1931? "Haiga sido como haiga sido", las mujeres mexicanas nos debemos sentir orgullosas y muy felices de haber logrado un triunfo perseguido desde hace muchos años. Una noticia semejante nos hace sentir más libres y empoderadas que nunca. Una vez que se conoció la determinación de la Corte, los medios de todo el mundo anunciaron en sus titulares que el aborto en México quedaba despenalizado. Si llamó tanto la atención es porque en nuestro país todavía el 48% de la población está contra el aborto. "De hecho, el ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea aseguró que ninguna mujer puede ser procesada en caso de abortar, hecho que fue celebrado por los colectivos feministas a nivel nacional e internacional y que provocó la molestia de los grupos antiaborto". (El Financiero). Era de esperarse que el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, rechazara la decisión de la Suprema Corte de Justicia: "Parece que la Suprema Corte opta por una medida que favorece la muerte y cuando una sociedad no tiene la capacidad de proteger la vida humana, es una sociedad que está a la deriva en cuanto a la protección de la vida humana en general". Y de allí el arzobispo da una maroma al concluir: "por eso no nos extrañamos de tanta violencia, tanta saña que se ejerce en personas inocentes... una decisión como éstas promueve la cultura de la muerte". ¿Qué diablos tiene que ver su reflexión con la violencia que padecen las mujeres en nuestro país? ¿Qué el prelado no está al tanto de los feminicidios, las desaparecidas, las violadas, las golpeadas, pero sobre todo las encarceladas tan injustamente por haber decidido libremente sobre su cuerpo? Cuántas de ellas no siguen en la cárcel tan gratuitamente. Cuántas de ellas no fueron rechazadas por sus familias, condenadas al ostracismo y cuántas se resignaron a tener al bebé a pesar de que no querían ser madres. Lo maravilloso de esta resolución es que se permitirá el aborto en cualquier centro público de salud. Por añadidura, ningún médico ni enfermera podrá ser penalizado por practicar cualquier aborto durante las 12 primeras semanas de gestación. Son tres meses en que la madre ya habrá tomado la decisión. En Francia, uno de los primeros países en despenalizar el aborto, gracias a la intervención de la ministra de Salud, Simone Veil, en 1975, son 14 semanas de embarazo. Hay que decir que, durante la Segunda Guerra Mundial bajo el régimen de Vichy, el aborto era castigado con pena capital. Qué terrible que Veil no nada más fuera juzgada por la iglesia católica de Francia, sino también de rabinos ortodoxos de Estados Unidos y Canadá. Por eso la "Ley Veil" es fundamental para millones de mujeres en el mundo.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores