OPINIÓN

Un Deng Xiaoping mexicano

Francisco Martín Moreno EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Cuando Deng Xiaoping, el arquitecto de la China moderna, declaró que "Hacerse rico es glorioso y hay que hacerlo de la manera más eficiente", empezó, desde 1978, a cambiar para siempre el rostro de su país al alcanzar impresionantes tasas de crecimiento económico. Este famoso líder comunista que había estudiado en Francia y en la Unión Soviética, liberalizó la anquilosada economía socialista, se apartó del dogmatismo, abrió las puertas de China al mundo, acabó con el amurallamiento, al extremo de ser hoy el motor del capitalismo mundial y, por si fuera poco, ayudó a rescatar, en tan solo 20 años, a 400 millones de chinos del hambre y de la marginación. Hoy en día, la clase media de China es del mismo tamaño que toda la población de Estados Unidos.