Hay una angustia seca, a veces palpitante, que se instala en el cuerpo la primera vez que notas que los hombres te miran diferente. Has sido desplazada. A partir de ese momento te convertirás en eterna migrante de la propia piel: eres mujer, tu cuerpo no te pertenece. Siempre habrá un juez, un médico, un ojo que todo lo mira y lo tasa, un no le hagas a ella lo que no quieres que le hagan a tu hermana, un respétala pues tú naciste de una mujer como el Mesías nació del vientre de María, un Papa que en el nombre de Dios. Y más, de todo, grandilocuente o nimio, pero nunca tú. Tú no.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.