Por segundo día, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se subió al Tren Maya en la estación Teya, a 15 minutos de Mérida, para supervisar la obra.
El Mandatario viajó acompañado por su hijo Andrés Manuel López Beltrán y el Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila.
También viajaron las Secretarias de Gobernación, Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Seguridad.
En el Municipio de Yaxcabá, a aproximadamente media hora de Chichén Itzá, el Tren Maya experimentó una parada inesperada, que duró una hora y cuarto.
Aunque no fue posible ver al Presidente a través de las ventanillas oscurecidas, se pudieron identificar a otras personas notables en el convoy, como su hijo Andrés Manuel López Beltrán.
"No pueden grabar, le están dando mantenimiento al vagón", dijo un militar que daba seguridad a la máquina.
Al llegar a Chichén Itzá, AMLO ofreció disculpas a asistentes por el retraso, algunos de ellos que habían llegado desde las nueve de la mañana, pues dijo que estaba revisando a detalle el Tren Maya.
El Presidente López Obrador realizó un recorrido por Chichén Viejo", nueva parte de la zona arqueológica.
Chichén Viejo fue rehabilitado para ser abierto al público.
En su discurso, López Obrador afirmó que el Tren Maya no busca utilidades o ganancias, sino devolverle el orgullo a los pueblos del sureste.
López Obrador reiteró su promesa de inaugurar el Tren Maya en diciembre próximo, así como su plan de que desde esa fecha hasta septiembre de 2024, cuando deje el cargo, termine de afinar su proyecto.