OPINIÓN

Sorprende que un amplio universo imaginario aún genere encarnizadas discusiones y provoque la desilusión, la rabia o la melancolía

Tras el trono

Jorge Volpi EN REFORMA

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GOT: Sucede pocas veces que una historia -una larga historia- sea capaz de cautivar a millones de personas durante años. En una época dominada por los relatos intercambiables y perecederos, sorprende que un amplio universo imaginario aún genere encarnizadas discusiones y provoque la desilusión, la rabia o la melancolía en torno a las elecciones narrativas de quienes la han tramado. Si en el siglo XIX los lectores aguardaban con esta misma expectación las nuevas entregas del folletín de moda, el dominio del cine como género popular en el XX impidió una adicción semejante, relegada a las radio y telenovelas. En cambio, desde las postrimerías del siglo pasado, las series de televisión pasaron a ocupar ese lugar, que las llevaría a convertirse en el epítome de esa pasión por seguir, durante meses o años, las peripecias de una serie de personajes convertidos en presencias cotidianas.