En la última reunión de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), el tema de discusión fue el aumento de robo del transporte que ya está afectando la cadena de suministros a nivel nacional. En el primer cuatrimestre de este año (enero-abril), el delito en el fuero común (unidades hasta 4.5 toneladas) fue de 11.52 por ciento respecto del mismo período en 2022. En el fuero federal (unidades superiores a las 4.5 toneladas), el aumento fue del 10.12 por ciento. En realidad, es una tendencia en aumento, porque, a su vez, el 2022 registró un aumento del 11 por ciento (promedio de ambos fueros -común y federal) respecto a 2021. Y no vaya a pensar que esto afecta sólo a grandes empresas anónimas. Por el contrario, de las 16 mil empresas de transporte registradas en la Secretaría de Comunicaciones, el 82.1 por ciento son "hombre-camión", es decir, empresas familiares donde los camiones son manejados por sus propios dueños o alguien de la familia. Y lo peor: el robo a transportista está cambiando: ya no se roban solo la mercadería, sino que también secuestran al conductor para pedir rescate o extorsionar a sus familias. El robo a transporte de carga afecta a los dueños de las mercancías, a los transportistas y a los operadores logísticos. Al punto que el País tiene un déficit de 60 mil conductores de camión, precisamente porque este delito ahuyentó a los profesionales del sector.