OPINIÓN

Toledo ve

ANDAR Y VER / Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA

3 MIN 00 SEG

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Francisco Toledo no ha dejado de aparecerse de pronto en alguna esquina en Oaxaca. Poco después de su muerte, en los muros de la ciudad aparecía pintada su imagen como la figura protectora que fue. No hablo de las obras que cuelgan en los museos y galerías. No hablo tampoco de los muchos espacios cuidados por él, ni de centros de cultura que fundó y que financió hasta su muerte. Hablo de esos retratos anónimos que aparecen de pronto en la pared de un estacionamiento o arriba de un portón. Más que un homenaje, son una invocación.