Las rosas blancas de María Camacho fueron las primeras de la ofrenda espontánea que durante la mañana fue acumulando ramos de flores y algunas veladoras. Crédito: Héctor García
Como no podía ir a Oaxaca a despedir a Francisco Toledo, la pintora Maria Camacho llegó con un ramo de rosas blancas al Museo Nacional de Culturas Populares en Coyoacán.