Hace unos meses, el Presidente abrió el Palacio Nacional para que un propagandista de la dictadura cubana pronunciara el lema abominable: "Patria o muerte". Con su aplauso, el presidente mexicano daba la bienvenida a esa consigna que hace de la lealtad al totalitarismo requisito de sobrevivencia. Con el disfraz del heroísmo y del sacrificio, el régimen da órdenes de muerte. Por eso la disidencia le ha arrebatado ese rótulo para cantar "Patria y vida".
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.