OPINIÓN

¿Tiempos de mujeres?

Gabriela Warkentin EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Toma la cabeza y le planta un beso en la boca. Venía de celebrar el triunfo agarrándose los testículos. Un machito o machirulo, dirían en España. Contexto: cuando la selección española de futbol femenil se alza con el trofeo de campeonas del mundo, un hombre termina por acaparar la atención. Luis Rubiales, presidente (¿todavía?) de la Federación Española de Futbol, solo sabe celebrar agarrándose los testículos en el palco del estadio y plantándole un beso forzado a Jenni Hermoso, jugadora destacada, durante la premiación. Es que por qué ella se dejó, es que fue en buena lid, es que eres un gran gilipollas, Luis, y lo sabes o deberías saberlo ya. "Me disculpo, no queda de otra". No queda de otra dice el de los testículos sobados. Enorme la inmediata reacción en España y en el mundo, la respuesta de hombres y mujeres. No te hagas, Rubiales, besas en la boca a quien no puede reaccionar ahí y a quien te ha plantado cara. Se llama violencia sexual. El macho, el machirulo.