Tiempo suspendido
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
El peor momento del día es después de comer, de pronto me invade un extraño sopor, sentada en el sillón, empiezo a dormitar y a soñar cosas extrañas. Ayer, por ejemplo, soñé que estaba en París, me veía caminando por los Campos Elíseos totalmente vacíos. No hay una sola alma. "Reste chez toi!", me ordena en francés una voz que viene de un altoparlante. "Je suis chez moi", balbuceo en tanto camino y camino con un miedo pavoroso. Súbitamente abro los ojos, y efectivamente confirmo que estoy en mi casa, en Campos Elíseos pero en Polanco y siento el mismo miedo con el que me soñé. Reflexioné que me encontrara donde me encontrara en cualquier parte del mundo, me invadiría la misma angustia por no saber hasta dónde nos llevará la pandemia del coronavirus.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores