La detención y reclusión de Rosario Robles es el acto político judicial de más alto impacto en los últimos años en México, solo comparable a la detención del abogado Juan Collado relacionado con los personajes más influyentes y poderosos de la política mexicana. Las dos detenciones, más los procesos abiertos a Emilio Lozoya, Alonso Ancira y los de ex gobernadores han abierto la expectativa de que, en algún momento, estos y los procesos que vengan deriven en investigaciones no aisladas sino con vasos comunicantes, a la manera de maxiprocesos como los que han tenido lugar en otras partes del mundo y con procesamiento de cientos de políticos, empresarios, juzgadores, criminales, etcétera, participantes en redes de corrupción, colusión y delincuencia. En estos procesos se privilegia la colaboración de gente imputada a cambio de beneficios judiciales para aquel procesado que lleve a otros miembros de la red criminal y aporte informaciones y evidencias que permitan desmantelar o sentenciar a responsables. Acabamos de ver un caso tipo, con el juicio en Nueva York a El Chapo Guzmán, donde no solo enemigos, sino sus más cercanos colaboradores, participaron definitivamente para refundir al capo.
Periodista egresada de la UNAM. Conferencista y autora de libros. Premio Nacional de Periodismo; Premio Ondas Iberoamericano; Premio Maria Moors Cabot; condecorada con la Orden de la Legión de Honor por el Gobierno de Francia; el Gobierno de Alemania le otorgó La Orden del Mérito. Articulista en Reforma, directora del programa "Aristegui" en CNN en Español y del portal Aristegui Noticias.