SAPOS y culebras saldrán hoy de la boca presidencial cuando Andrés Manuel López Obrador comience a despotricar en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No hay sorpresa en eso: el guion lo tiene bastante bien aprendido el Presidente y lo más grave es que la sociedad ha (¿hemos?) normalizado que el jefe del Ejecutivo pierda los estribos y le gane la estridencia.