NO MURIERON, los mataron. Los 39 migrantes que estaban en la estación migratoria de Ciudad Juárez fallecieron porque, de manera intencional, funcionarios de Migración y guardias de seguridad dejaron cerrada la reja que les impidió escapar del incendio. A la secretaria Rosa Icela Rodríguez no le quedó de otra más que reconocer la negligencia de las autoridades.