SERÍA de risa loca si no fuera tan preocupante, la frivolidad de la Secretaría de Hacienda al plantear el ejercicio de austeridad -así le llama- para el INE. Y es que en apenas cinco paginitas hace unos curiosos ajustes, recortando lo que no existe, ahorrando en donde no se puede ahorrar y queriendo tomar lo que debería ser intocable.