Y CUANDO Dios dijo "¡hágase la luz!"... no contaba con la ineficiencia de la CFE. Es cierto que en todas partes del mundo hay, de vez en cuando, fallas en el suministro eléctrico. Pero la cosa deja de ser normal para volverse patológica, cuando los apagones se deben al manejo político y no técnico del sector energético; y a la necedad, perdón, la necesidad de revivir el monopolio estatal.