SI QUIERE evitarse leer las 18 páginas de la iniciativa presidencial para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, el resumen es: "Por favor no invierta en México; estamos mirando hacia el pasado". Y es que mientras el mundo acelera hacia la energía limpia y más barata, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca que todo el país pague por sus caprichos.