MÁS ALLÁ de quien despache en la Oficina Oval el próximo año, anoche quedó claro que el ganador de las elecciones en Estados Unidos fue el populismo. En otros tiempos hubiera sido imposible que un clown como Donald Trump aspirara a llegar tan alto. Sin embargo, el mapa electoral pintado de rojo no deja lugar a dudas de que su fórmula sigue funcionando.