QUÍTATE el candado, pícale los ojos, jálale los pelos... ¡sácalo de la contienda interna de Morena! Se siguen dando con todo los candidatos a la dirigencia del partido. Lanzándose desde la tercera cuerda, Porfirio Muñoz Ledo le cayó encima a Marcelo Ebrard (que no es contendiente), nomás para darle un rayón a Mario Delgado. Al relevo del canciller entró la senadora Malú Micher, aplicándole la hurracarrana a Muñoz Ledo, al grado de dejar entrever un posible caso de ¡tráfico de influencias! en el que habrían participado ambos. Y en medio de todos, Gibrán Ramírez Reyes recibiendo golpes por todos lados, sin saber ni cómo meter las manos. ¡Qué bonita familia!