SEGÚN el presidente de la República, los empresarios son los culpables del desabasto de medicinas, son quienes "sabotean" jurídicamente sus obras de infraestructura; son también quienes le impusieron contratos "leoninos" al gobierno y, por si fuera poco, lo traían de "su puerquito" con las construcciones. Y ahora resulta que Andrés Manuel López Obrador a esos mismos empresarios les va a pasar la charola para obligarlos -por las buenas, claro- a que compren ¡4 millones! de cachitos de la no-rifa del avión presidencial y, así, aporten 2 mil millones de pesos a su administración. Del odio al amor hay una rifa, ¿o cómo era?