Temor en México
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA
3 MIN 30 SEG
Usurino Cenaoscuras, sujeto ruin y cicatero, fue llevado ante la autoridad: una mujer del pueblo lo acusaba de abuso sexual. La acusadora le informó al juez: "Este individuo me llevó a su casa, me emborrachó, y luego obtuvo de mí por fuerza lo que por libre voluntad no le habría dado". "Ya veo -dijo el juzgador-. ¿Qué clase de licor le dio para embriagarla?". "Ninguno -respondió la mujer-. Me emborrachó dándome vueltas y vueltas"... En otra ocasión don Usurino se refociló con una sexoservidora. Al terminar el trance le hizo un cheque y se lo entregó. Le dijo: "Si la próxima vez lo haces mejor te lo firmaré". Cierto día le pidieron una aportación para la nueva alberca de la escuela donde sus hijos estudiaban, y ofreció aportar dos tinas de agua... Himenia Camafría, madura señorita soltera, llegó con una hora de retraso a la cita que tenía para merendar con su amiguita Solicia Sinpitier, célibe como ella. "¿Por qué llegas tan tarde?" -le preguntó Solicia. Respondió Himenia: "Un hombre empezó a seguirme". "¿Y buscaste a un policía? -quiso saber la señorita Sinpitier. "No -contestó Himenia-. El hombre caminaba muy despacio"... Los agentes de bienes raíces en San Antonio, Texas -me cuenta un amigo-, están llenos de asombro y de contento por el gran número de familias mexicanas que han llegado a establecerse ahí, y que han comprado una casa o algún departamento. Ese dato tan simple es manifestación del temor que ha cundido en México por causa de la inseguridad en que vivimos. La ley es letra muerta aquí, y la impunidad no es la excepción, sino la regla. Es una pena que un país tan hermoso como el nuestro se haya vuelto inhabitable, para unos por la pobreza; para otros por las consecuencias que de esa pobreza suelen derivar. Y aun así quienes tienen poder de decisión nada hacen para tomar medidas que modernicen a México, permitan la creación de empleos, generen oportunidades de trabajo para los mexicanos pobres y propicien el desarrollo del país. Antes se nos decía que vivíamos en una nación del tercer mundo. A como están las cosas, seguramente vivimos ahora en uno del octavo mundo, o del noveno... El presidente de una nación occidental visitó una pequeña república africana. Su homólogo lo llevó al zoológico, orgullo nacional, y le mostró una jaula donde estaban juntos un feroz león de melena negra y una ovejita blanca. El mandatario local le dijo al visitante: "He aquí un ejemplo de coexistencia pacífica". Opinó el invitado: "Parece funcionar muy bien". "Así es -confirmó el anfitrión-. Claro, cada día tenemos que poner una ovejita nueva"... Un granjero fue a visitar a su amigo, el dueño de la finca vecina. No lo halló. Le dijo la esposa del granjero: "Precisamente fue a buscarlo a usted. Necesita que le preste su caballo semental, porque el que tenemos nosotros dejó ya de funcionar: no quiere nada con la yegua". "¿Que no funciona ese caballo? -se extrañó el visitante-. A ver: présteme un cepillo duro, de alambre si es posible". La mujer trajo un cepillo como el que le pidió el vecino, y éste frotó con vigor el lomo del caballo. Al punto el animal entró en estado de gran excitación, y procedió luego a cumplir en forma competente su deber con la yegua. Pasaron unos días, y los dos granjeros se encontraron. "Fui a buscarte -relató el primero- porque mi caballo semental ya no funciona, y fui a pedirte el suyo". El otro lo corrigió. "Sí funciona -le dijo-. ¿No te contó tu esposa? Le froté el lomo al caballo con un cepillo de alambre, y en seguida funcionó perfectamente". "¡Joder! -exclamó con enojo el granjero-. ¡Por tu culpa mira cómo me tiene mi mujer la espalda!"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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