Dicen que las cifras no mienten, pero no es así. La metodología, las preguntas y la manera de presentar las estadísticas pueden moldearse para reflejar un escenario más optimista o pesimista. O cambiar el enfoque para evitar situaciones comprometedoras como lo sucedido con el consumo de contenidos audiovisuales por la niñez mexicana, lanzado en 2014 por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y luego transformado en versión light.