OPINIÓN

Tapabocas no

TOLVANERA / Roberto Zamarripa EN REFORMA

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La crisis del coronavirus en China -con más de 800 muertes en un mes- pudo alertarse por una infidencia. El oftalmólogo del Hospital Central de Wuhan, Li Wenliang, de 34 años de edad, envió un mensaje telefónico por WeChat a sus colegas a las 5 de la tarde del 30 de diciembre advirtiendo que en el nosocomio había desde hace varios días siete casos graves de una neumonía atípica y las autoridades lo habían callado. No autorizó a compartirlo. Pero 6 horas después Li ya tenía una llamada telefónica de reclamo del comité directivo del hospital. Y el 3 de enero fue fichado en la oficina de policía por propagar "noticias falsas". Al tiempo la televisión oficial china informaba que se investigaba a 8 personas que difundían versiones falsas sobre un brote de neumonía.