Mientras los resultados de Georgia y Arizona garantizan la victoria de Joe Biden, Tabasco adolece los efectos de la peor inundación en su historia y de la incertidumbre sobre los apoyos que permitirán recuperar su economía y viviendas. Lo que pasó en Tabasco, Chiapas y Veracruz no es resultado de lluvias atípicas, sino de la vulnerabilidad de México al cambio climático. Es irónico que siendo un país petrolero hoy el cambio climático nos cobre la factura.