No deja de ser sospechosa, por decir lo menos, la actitud tomada por la anterior administración en relación con el combate al narcotráfico. Por lo menos deberían ser juzgados por omisión los secretarios del Ejército, Marina y la cabeza del Ejecutivo que no movieron un dedo ante los casi 200 mil mexicanos asesinados en el sexenio anterior en aras de combatir y detener a los culpables.