Una de mis amigas me llamó el sábado por la mañana para contarme, entre lágrimas, que había terminado con su novio después de muchos años. La relación fue un largo camino de encuentros y desencuentros, en el que sólo por pequeñas temporadas estaban bien. Finalmente descubrió que el susodicho la había engañado, ni más ni menos que con su anterior novia.