Un mero trámite. Así entiende la candidata del oficialismo la cita del 2 de junio. Un día que sólo servirá para formalizar el regalo que recibió del Presidente. Ante consejeros de BBVA declaró que lo único que faltaba era un trámite. La declaración es un insulto a los miles de mexicanos que participan en la organización de las elecciones y a los millones de ciudadanos que irán a votar para decidir quién los gobierna. La candidata lo dijo como si fuera un chiste muy simpático. "Falta el trámite del 2 de junio. Jajajá". A Sheinbaum le pareció que su puntada era graciosísima. Descartada como chiste, su respuesta no puede ser considerada como un dislate, un involuntario tropiezo con la espontaneidad. Sheinbaum cree que la elección es papeleo. Se trata de la confesión de una autócrata convencida de que el poder no está en el voto sino en otro lado. Está convencida de que lo recibió como un obsequio por ser la más fiel de todos los fieles. Es comprensible que los candidatos den muestras de optimismo, no es raro que resulten triunfalistas. Pero la declaración de Sheinbaum no es lo uno, ni lo otro. No dice que va bien, no anuncia que va a ganar: dice que el voto es nada.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.