Afortunadamente aparecieron los goles en Puebla y Torreón, porque el par de empates a cero con el que arrancó la Liguilla me dejaron terriblemente decepcionado. Y sé que a muchos aficionados también (si no es que a todos). Quizá algún purista lance argumentos rebuscados para intentar convencer al vox populi de que lo que lo visto fue estrategia pura.