OPINIÓN

Simple mata complejo

Eduardo Caccia EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Algunos sitios como Times Square se han vuelto icónicos. En la víspera de un año nuevo, la emblemática zona de Nueva York es un corazón palpitante donde se congregan miles de personas. Decenas de señales luminosas destellan en los rostros expectantes de la gente, cuyos ojos se concentran en una esfera brillante que descenderá de uno de los edificios para marcar el comienzo de un nuevo ciclo. La multitud se vuelve una voz: "Diez, nueve, ocho...". Al llegar al cero, una tormenta de confeti inunda el espacio. Miles de fragmentos de colores revolotean mientras propios y extraños se abrazan, toman fotos y se dejan llevar por la euforia colectiva. En medio de ese despliegue tecnológico que hace posible la magia, hay un dato insignificante, aunque revelador.